Saturday, September 8, 2012

EL “PENSAMIENTO”


Hay muchas cosas espantosas en la vida, ¿no es verdad?  Y usualmente comienzan con una sensación de miedo.  Aunque sentimos el temor, tal emoción puede ser aterrorizante cuando se convierte en pensar acerca de algo desconocido en nuestra vida personal.  Este tipo de “pensamiento”, que no nos gusta escuchar como adultos mayores, es comúnmente, “No tengo mucho tiempo que me queda para…”  Tal noción viene a mí, por ejemplo, mientras estoy disfrutando los árboles jóvenes que mi esposa y yo hemos plantado en nuestro jardín y entrada.  Me imagino viéndolos cuando han alcanzado su crecimiento, pero mi presencia no está ahí.  Me pregunto que podría pasar si yo u otros intentáramos investigar tal pensamiento en lugar de tener alguna reacción hacia él y huir.

Quizás, contemplando la expresión, “No tengo mucho tiempo que me queda para…,” es decir, concentrando y sosteniéndola  bajo una mirada similar a un laser de atención plena podría ser muy sorprendente y de mucha ayuda.  Solo por ser paciente, nos conduciría dentro de la sensación de miedo de lo cual usualmente huimos.  Una vez ahí, esto es la parte donde verdaderamente necesitaríamos la habilidad de la ecuanimidad para quedarnos en este lugar sin huir, fijamente observando las sensaciones, pensamientos, y emociones que suben y se van.  Si somos afortunados, nuestra paciencia podría resultar algo benéfico, porque mientras el miedo se disuelve, es posible que nos encontremos a nosotros mismos abriéndonos y llegando a ser uno con un espacio natural, experimentando una claridad que es cristalina.  Mientras nos quedamos ahí, podemos permanecer en una consciencia que pueda ofrecer perspicacias, tales como aprender que la felicidad inmensa es posible en cada momento con la naturaleza, donde el tiempo no significa nada, siendo uno con esos árboles y plantas.  Otras perspicacias podrían venir como si estuvieran diseñadas específicamente para cada uno de nosotros.  Nos daríamos cuenta que podemos hacer esta jornada de contemplación tan frecuentemente como nos gustaría, que nuestro miedo de no tener suficiente tiempo en lo que nos queda de vida, para disfrutar las cosas que amamos de la naturaleza o con otras partes de nuestra vida, se disuelve.  Eso que tenemos es suficiente, aun si es solo un rato.  Es posible que la etapa final en madurar, la gratitud, llegue a ser una realidad viva.

Al investigar los pensamientos miedosos, tales como, “No tengo mucho tiempo que me queda para…,” por contemplarlos y seguirlos a su núcleo, es transformativo.  Es una ayuda asombrosa ya que resuelve muchas dificultades que percibimos y enfrentamos en la vida cotidiana.  Al encontrar que podemos estudiar tales sentimientos mientras estamos en contacto con la naturaleza o en cualquier otro lugar, no solo sentados sobre un cojín, experimentamos la gratitud por lo que tenemos en cada momento y soltarnos de eso.  Cuando hacemos esto, es posible que averigüemos que soltándonos de nuestro momento final en esta vida estará uno lleno de satisfacción y amor incondicional.  ¿Por qué no?       

LA DIFICULTAD DE DESARROLLAR LA MENTE DE COMPASIÓN


Mientras observamos las campañas actuales para la presidencia de Estados Unidos, estoy seguro que muchos de nosotros estamos pensando en dónde ha ido la compasión con el movimiento continuo de los conservadores a la ultra derecha.  Si la compasión verdaderamente nos permite atestiguar el sufrimiento de nosotros y otros, ¿entonces a dónde se ha ido?  Según Sharon Salzberg, la autora del libro “Loving Kindness” (Amor Bondad), la manera para desarrollar la compasión es aprender a vivir en simpatía por todos los seres vivientes, sin excepción.  Además, para hacer eso, como dice ella tan correctamente, tenemos que ser capaces de abrirnos y de reconocer, y aceptar que el dolor y la tristeza existen; y luego establecer una relación apropiada con ellos. Entonces, ¿qué detiene a tantos americanos y sus líderes, especialmente en el lado conservador de la entidad política de hacer eso?
      
Tal vez, la respuesta esté en lo que Sharon dice después, “La compasión quiere decir tomar el tiempo para mirar las condiciones de cualquier situación.  Debemos tener la abertura y el espacio para ver ambas condiciones y el contenido.”  Aunque mucha gente imploraría la ignorancia de saber cómo hacer esto, mirando adentro de nosotros mismos, experimentamos los miedos que nos previenen de ver el dolor y la tristeza directamente.  Además de eso, quizá el temor de saber que una vez que veamos estas cosas no podremos evitar tomar la acción apropiada que también está ahí.  ¿Por qué no observar algunos de los niños con los dientes ennegrecidos debido a la carencia de acceso a la educación y el cuidado dental apropiado?  ¿Y otros quienes han muerto de cáncer, como mi sobrino, ya que no podían pagar para obtener los análisis para que los doctores pudieran hacer una diagnosis adecuada hasta que la gente encargada de indemnización obrera había dado su aprobación finalmente?  Estos ejemplos representan solo la punta de la montaña de hielo flotante!
      
¿Por qué no abrirnos a ellos?  Podríamos ir y pasar unos pocos minutos con la gente quien está sufriendo este dolor con su tristeza acompañante, y podríamos también abrir el internet para ver sus fotos y videos.  (Aunque, ¿no hay nada de verlo en persona, verdad?)  Después de experimentar la realidad enfrentando a nuestros paisanos, deberíamos haber desarrollado algunos sentimientos de simpatía y compasión (el deseo de quitar el sufrimiento del otro) para ellos.  Eso es precisamente la hora para ponernos quietos y enfocados por más o menos cinco minutos, traer a ellos y a su sufrimiento adentro nuestros pensamientos, atender a eso con una sola intención fija, y afirmarles a ellos una y otra vez, “Qué puedan ser libres de su dolor y tristeza.  Qué puedan encontrar la paz.”  Estas aspiraciones también se les conocen como la oración de amor bondad, una que es específicamente diseñada para nutrir la compasión.  Y con el uso de tal práctica, comenzamos a ver sus recompensas.
      
Al decir estas palabras y contemplando lo que observamos mientras pasamos por este proceso repetidamente, nuestra mente de corazón emprende a abrir como simpatizamos y enfatizamos a través de ver las condiciones y el contenido de agonía.  Tal vez, aun empecemos a atestiguar y experimentar nuestro propio miedo de sufrir, aprendiendo que nosotros, también, no estamos separados pero están en la unidad con la miseria de otros.  (Es posible que veamos la verdad en lo que los físicos declaran: “Nada está separada.”)  Solo por estar en el aquí y el ahora en el tiempo vertical, prestando atención sin oscilar al dolor que sentimos, podemos encontrarnos a nosotros mismos aprendiendo a soltarlo y dejarlo salir.  Cuando terminamos cada sesión de amor bondad diseñado por la compasión, es posible que evolucionemos a tomar acción con toda nuestra habilidad.  Aun algo tan sencillo como estar presente con otro, quien está experimentando mucho dolor, es suficiente.  Esa persona, de hecho, sentirá nuestra compasión.
      
Al preguntarnos a nosotros mismos lo que detiene a los americanos  y a sus líderes de reconocer el dolor y la tristeza que verdaderamente existe en nuestras sociedades, pronto averiguamos por nosotros mismos teniendo una sesión solida de “interbeing”, la comunicación hábil entre nuestros seres interiores y exteriores.  Al hacer esto, tendríamos que estar insensibles como una piedra, es decir no ser abiertos  por la experiencia de enfrente y dentro de nosotros.  A través del proceso, lo cual puede llegar a ser una práctica diaria, probablemente aprenderemos más de lo que sabíamos que existía tal como concierne a la miseria, y vemos que nosotros también, nos podemos beneficiar por la acción compasiva dentro de nosotros mismos y con otros.  En conclusión, ¿por qué deberíamos nosotros o la gente en el lado derecho político de la sociedad americana esperar?

LOS BENEFICIOS DE LA PRACTICA DE AMOR BONDAD PARA MADURAR CON SABIDURÍA


El ir por las etapas de madurar es un reto para todos nosotros, pero probablemente nos gustaría hacerlo un poco mejor que ahora.  Si estamos completamente involucrados en este proceso, entonces es una prioridad encontrar algunas herramientas para ayudarnos.  ¿Por qué no trabajamos un poco más inteligente y menos duro?  Si usamos las técnicas de concentración y atención plena para tranquilizar y resolver nuestros problemas y preocupaciones, podemos combinarlas con el método del amor bondad y mejorar nuestro esfuerzo completamente.

De hecho, las recompensas que resultan de este proceso lo hacen particularmente importante para aquellos quien desea madurar sabiamente.  Primero, el amor bondad balancea y suaviza los efectos de concentración y atención plena.  Esto es de mucha ayuda ya que esas maneras frecuentemente arrancan algunos sentimientos y emociones no resueltas y difíciles que necesitan tiempo para procesar.  Después, al ser bondadosos con nosotros mismos puede superar el sentimiento de aislamiento.  Tal beneficio, por ejemplo, ofrece una mano de seguridad a la gente quien está solo después de haber perdido un marido u otro ser querido.  Uno duerme mejor y se despierta más fácilmente con menos miedos, si siente la comodidad de no haber sido abandonado.  Tercero, cuando llegamos a ser comprometidos al amor bondad; entonces los de más pueden confiar en nosotros.  Obviamente, lo hace más fácil tener más amigos y parientes amorosos que vienen a visitarnos.  Luego, como vamos progresando sinceramente en el uso de esta técnica, comenzamos a notar un resplandor facial, paz de mente, y buen humor que no estuvieron ahí antes.  La vida, paulatinamente, empieza a mostrarnos nuevas posibilidades, y nos encontramos a nosotros mismos adaptándonos a las etapas de madurar, habiendo llegado a ser un poco más sabio por nuestros esfuerzos! Finalmente, empezamos a abrazar la vida de maneras que no fueron posibles anteriormente, aun viendo la bondad en otros y notando esa en regreso.  La compasión, el gozo apreciativo, y la ecuanimidad pueden llegar a ser parte de nuestras vidas.  ¡Qué estupendo!

Al combinar el amor bondad con sus técnicas acompañantes pone una tapa benéfica, balanceada, y suavizante sobre una práctica útil para la gente en las etapas de madurar.  Las emociones, los sentimientos, y los pensamientos que una vez parecieron sostener la vida cautiva han llegado a ser manejables ahora.  Y comenzamos a ver cómo alguna de las partes de amor bondad, tal como la compasión, puede ser extendida en prácticas adicionales.  Al fin, es posible que nos demos cuenta que el empleo de concentración, atención plena, y amor bondad no solo es muy útil sino que también es beneficioso como un programa completo para el bienestar de madurar con sabiduría.  ¡Qué beneficioso sería eso!

LOS BENEFICIOS DE LA PRACTICA DE LA ATENCION PLENA PARA MADURAR CON SABIDURIA



Mientras hay muchos beneficios que resultan de rutina practicando la concentración, otra técnica es necesitada para permitirnos crecer en el uso de la sabiduría a la cual nos abrimos a lo largo del camino de madurar.  Tal método es esencial para vivir una vida más feliz como un adulto mayor, aun mientras estamos sirviendo a otros.  Esto nos ayuda a atestiguar la verdad en nuestras experiencias, y nos guía a una certeza en el madurar y cambiar esto es que la práctica meditativa nos asiste a ver a través de nuestras dificultades para encontrar nuevas maneras para resolverlas.  Por lo tanto, mientras vamos por las etapas del proceso de maduración, que incluye el reconocimiento, el llegar a un arreglo, la adaptación y la gratitud; es posible que nos beneficie combinando la concentración con la práctica de la atención plena en cada parte del camino.
      
Por ejemplo, esta rutina valiosa nos permite prestar atención, sin juzgar, en lo que enfocamos nuestra mente; el cuerpo, los sentimientos, los pensamientos, y las emociones.  Mientras empezamos a experimentar la primera etapa de madurar, a menudo nos ha golpeado como si fuera un rayo.  Aquí es donde comenzamos a realizar el beneficio real de la práctica de la atención plena; porque acepta el shock, el miedo, y la preocupación y lo transforma en paz y tranquilidad, según el cual observamos sin llegar a estar perdidos en los varios estados de mente.  Cuando pasamos por la etapa de adaptación, es posible que hayamos visto la atención plena de convertir el dolor mental y físico en algo tolerable.  Ahora sabemos cómo usar esta técnica como una terapia medicinal para resolver otros obstáculos relacionados con el madurar.  También nos ha ayudado a darnos cuenta de perspicacias que no solo son útiles a nosotros sino también a aquellos que nos rodean; enseñando cómo soltarnos de nuestro apego a la inpermanencia (las cosas, personas, e ideas, etcétera), quedándonos en el aquí y ahora.  Finalmente, al llegar a la última etapa de madurar con sabiduría, estamos sintiendo mucha satisfacción por la jornada que hemos tenido a través de la vida, el conocimiento de cómo descansar en la consciencia y soltarnos de la tentativa de esta identidad, mientras hacemos la transición final a la muerte.  Frecuentemente, a muchos de nosotros no nos gustaría regresar a nuestros días de la juventud, aunque pudiéramos, debido al apoyo de la atención plena en llegar a dónde estamos ahora.  Sentimos una cantidad vasta de agradecimiento en la vida por la sabiduría que hemos experimentado y lo que hemos logrado en el servicio a otros.

Al contrario, muchos de nosotros hemos visto y sido parte de las jornadas experimentadas por los adultos mayores con 50 o más años que no han completado las etapas de madurar sabiamente.  Esto fue, en la mayor parte, a causa de no saber cómo practicar la atención plena, pero también escogiendo negar su validez.  En lugar de usar la atención plena, se fueron por mucho sufrimiento no necesario.  Por ejemplo, cuando empezaron a ver que estaban madurando, comenzaron a quejarse.  Mientras continuaban madurando, se acumulaban sus preocupaciones y miedos, y muchos de ellos llegaron a estar muy deprimidos.  Cuando murieron, lo hicieron en condiciones desesperadas, gritando en su soledad percibida y casos perdidos, a veces muy enojados con su familia y con los que los cuidaban.  No solo fue una tragedia para ellos que estaban sufriendo, sino también para aquellos que observaban y deseaban una mejor manera para salir de esta vida, temiendo que pudieran también tener que tolerar lo que atestiguaban.

Por lo tanto, como hemos visto en el anterior, combinando la práctica de la concentración con la práctica de la atención plena beneficia nuestro progreso a través del proceso de madurar.  Nos permite enfocarnos como un rayo laser sobre lo que es importante, observar sin perdernos en la cuestión que se presenta, y experimentar algo de paz y felicidad mientras vemos la verdad de la experiencia.   Los adultos mayores que no aprovechan la atención plena, a veces no terminan las etapas de madurar y mueren horriblemente.  Por el contrario, aquellos quienes se han preparado en madurar sabiamente, usualmente lo anticipan con una mente mucho más positiva que esas personas que no se han involucrado con tal práctica meditativa, una que es fácilmente llevada del cojín o la silla a la vida cotidiana.  En conclusión, si uno necesita la información adicional para considerar más seriamente lo que está siendo dicho aquí, sugiero que él o ella se vayan a los lugares donde la gente mayor está sufriendo y contemplen la verdad en sus circunstancias externas y en el proceso de madurar.

LOS BENEFICIOS DE LA PRACTICA DE CONCENTRACION PARA MADURAR CON SABIDURIA


Algunas veces,  nos cuesta mucho quitarnos el acercamiento automático  a vivir como en la  juventud y despertar conscientemente a lo que está pasando  en nuestra vida.  Es posible o no que estemos asombrados por lo que vemos como el principio de maduración, pero podría motivarnos a buscar algo de ayuda para tratar con sus cambios que siguen sin parar.  Mientras el arte de enfocar nuestra atención en un objeto, tal como la respiración, realmente nos ayuda con las cuatro etapas de madurar y tal vez sea más benéfico en la primera, la denominada el despertar.

Después de todo, el temprano reconocimiento  de  reconocer que estamos madurando probablemente  ocurre debido a alguna alteración física o mental, la cual puede ser gradual pero, a menudo, es como un rayo.  Hace sentido, entonces, que el beneficio inicial de una práctica de concentración, sí la tenemos disponible, es ayudarnos a restaurar nuestra estabilidad ante  tal shock.  Por ejemplo, si estamos experimentando la presión alta, enfocándonos en algo tan sencillo como nuestro aliento, asistirá para regresarla a algo más cerca de lo normal.  Sí estamos pasando por el dolor, la concentración servirá como la cimentación para otras prácticas que lo harán más tolerable.  A través de todo esto, empezamos a darnos cuenta de un sentido de espacio en el cual es posible que disfrutemos un poco de descanso y paz temporal.  Además, habremos ganado una consciencia más grande acerca de lo que está pasando con nuestra condición física.  Segundo, estaremos dándonos una oportunidad para regenerar y aumentar nuestra claridad mental.  Empezaremos a vernos en una luz diferente con menos y menos confusión e ignorancia.  Nos daremos cuenta del valor de la cimentación que la concentración ofrece al próximo paso meditativo, la atención plena, que nos permite explorar los diferentes niveles  de consciencia dentro de nuestro ser interior.  Acaso aun cuando experimentemos el valor del silencio para reducir el habla dañina. Nuestra habilidad para “interbe” (el nivel de comunicación que tenemos entre nuestro ser interior y exterior), también puede llegar a mejorar  creando un balance no previamente experimentado.  Y durante todo esto, es posible que descubramos que podemos dar servicio a otros quienes también están experimentando las etapas iniciales del madurar.

Obviamente, usando la versión mejorada de lo que solíamos pensar de  “contar a 10” o “tomando tres respiraciones profundas” antes de responder a una situación que contiene estrés, ha llegado a ser una cuerda de salvación directamente del asombro inicial de lo que nos causó reconocer que estamos madurando.  Muchos como yo, quienes se despertaron en  medio de la noche sintiendo un estrés no común en su pecho, hemos experimentado uno o dos beneficios de practicar la concentración dentro de los primeros pocos minutos.  Además, dar un paseo en la naturaleza llega a ser una maravilla debido al  incremento de nuestra habilidad para enfocarnos y sinceramente tomar la gratitud en su belleza.  En conclusión, la mayoría de la gente, quien ha experimentado verdaderamente la etapa inicial de madurar y empezar una práctica de concentración, continuará, sin duda, a disfrutar y expandir su valor infinito en la vida cotidiana,  ¿Y tú?

LOS MEDIOS HABILES PARA LA VIDA COTIDIANA


Como adultos mayores, a veces nos encontramos a nosotros mismos confrontando obstrucciones de estrés en nuestras vidas personales y profesionales.  Nuestros empleos son amenazados por una economía mundial, nuestras relaciones son empujadas a los límites por las influencias exteriores, y nuestro tiempo es saturado más y más por un ambiente artificial en lugar de uno natural que nos alimenta.  El agotamiento físico, confusión mental y trauma emocional resultan frecuentes.  Necesitamos un método personal y práctico que pueda ayudarnos a manejar los aspectos físico, mental, y emocional para madurar sabiamente de una manera tranquila y benéfica.
      
Tal método es encontrado por muchas personas en las técnicas principales de la práctica de meditación, las cuales son fácilmente llevadas del cojín  a la vida cotidiana.  El primer paso es aprender a concentrarse o enfocarse.  Al usar esta valiosa habilidad en nuestras vidas puede producir algunos resultados verdaderamente beneficiosos.  Por ejemplo, el ser reconocido como un líder estable, ganando juegos como Los Angeles Lakers, y siendo apacible alrededor de la difícil función  de ser padre o madre.  El próximo paso es desarrollar una práctica llamada la atención plena.  El ser capaz de combinar nuestra atención con un enfoque solido permite que la sabiduría llegue a ser parte del tomar decisiones inteligentes en casa y en el trabajo.  Por ejemplo, ¿cuántas personas sabían que Steve Jobs fue un practicante de la meditación Zen?  Su atención plena ciertamente le ayudó a su esfuerzo para hacer de Apple un gran éxito!  La última parte de la práctica es aplicar un paso llamado el amor bondad.  Mientras la habilidad de concentrarse y prestar atención sin juzgar nos abre a la sabiduría, el amor bondad nos permite balancear y suavizar algunos de los efectos que suben cuando hemos estado aplicando la concentración y la atención plena.  Esta acción resulta ser más considerado y empático con nosotros mismos y otros.  Por ejemplo, en lugar de ignorar a nuestros empleados, maridos, o hijos adultos, tomamos el tiempo para escucharles y ayudarles a resolver algunas cuestiones verdaderamente importantes que están mutuamente productivas.  La práctica de amor bondad promueve la compasión, el gozo apreciativo, y la ecuanimidad en nuestras vidas.
     
Entonces, después de la consideración cuidadosa de la información anterior, es posible que sepamos que necesitamos un sistema de apoyo para la vida cotidiana para madurar con más sabiduría, uno que es ambos profesional y personal.  Este apoyo, normalmente llamado meditación nos da la oportunidad de enfocarnos con precisión, prestar atención, y ser bondadoso durante las actividades cotidianas que están frecuentemente acompañadas de estrés.  Al ser capaz de quedarse tranquilo ante el estrés, pensar claramente, y sentirnos bien acerca de nuestras acciones es más que un gran alivio.  No puedo contar la cantidad de veces que he murmurado la palabra “gracias” a los maestros estupendos quienes me han enseñado estos talentos.  ¡Qué puedas, de hecho, aprovechar la oportunidad de ir a través de las etapas de la vida con sabiduría!