Mientras hay muchos beneficios
que resultan de rutina practicando la concentración, otra técnica es necesitada
para permitirnos crecer en el uso de la sabiduría a la cual nos abrimos a lo
largo del camino de madurar. Tal método
es esencial para vivir una vida más feliz como un adulto mayor, aun mientras
estamos sirviendo a otros. Esto nos
ayuda a atestiguar la verdad en nuestras experiencias, y nos guía a una certeza
en el madurar y cambiar esto es que la práctica meditativa nos asiste a ver a
través de nuestras dificultades para encontrar nuevas maneras para
resolverlas. Por lo tanto, mientras
vamos por las etapas del proceso de maduración, que incluye el reconocimiento,
el llegar a un arreglo, la adaptación y la gratitud; es posible que nos
beneficie combinando la concentración con la práctica de la atención plena en
cada parte del camino.
Por ejemplo, esta rutina
valiosa nos permite prestar atención, sin juzgar, en lo que enfocamos nuestra
mente; el cuerpo, los sentimientos, los pensamientos, y las emociones. Mientras empezamos a experimentar la primera
etapa de madurar, a menudo nos ha golpeado como si fuera un rayo. Aquí es donde comenzamos a realizar el
beneficio real de la práctica de la atención plena; porque acepta el shock, el
miedo, y la preocupación y lo transforma en paz y tranquilidad, según el cual
observamos sin llegar a estar perdidos en los varios estados de mente. Cuando pasamos por la etapa de adaptación, es
posible que hayamos visto la atención plena de convertir el dolor mental y
físico en algo tolerable. Ahora sabemos
cómo usar esta técnica como una terapia medicinal para resolver otros
obstáculos relacionados con el madurar. También
nos ha ayudado a darnos cuenta de perspicacias que no solo son útiles a
nosotros sino también a aquellos que nos rodean; enseñando cómo soltarnos de
nuestro apego a la inpermanencia (las cosas, personas, e ideas, etcétera), quedándonos
en el aquí y ahora. Finalmente, al
llegar a la última etapa de madurar con sabiduría, estamos sintiendo mucha
satisfacción por la jornada que hemos tenido a través de la vida, el
conocimiento de cómo descansar en la consciencia y soltarnos de la tentativa de
esta identidad, mientras hacemos la transición final a la muerte. Frecuentemente, a muchos de nosotros no nos
gustaría regresar a nuestros días de la juventud, aunque pudiéramos, debido al
apoyo de la atención plena en llegar a dónde estamos ahora. Sentimos una cantidad vasta de agradecimiento
en la vida por la sabiduría que hemos experimentado y lo que hemos logrado en
el servicio a otros.
Al contrario, muchos de
nosotros hemos visto y sido parte de las jornadas experimentadas por los
adultos mayores con 50 o más años que no han completado las etapas de madurar
sabiamente. Esto fue, en la mayor parte,
a causa de no saber cómo practicar la atención plena, pero también escogiendo
negar su validez. En lugar de usar la
atención plena, se fueron por mucho sufrimiento no necesario. Por ejemplo, cuando empezaron a ver que
estaban madurando, comenzaron a quejarse.
Mientras continuaban madurando, se acumulaban sus preocupaciones y
miedos, y muchos de ellos llegaron a estar muy deprimidos. Cuando murieron, lo hicieron en condiciones
desesperadas, gritando en su soledad percibida y casos perdidos, a veces muy
enojados con su familia y con los que los cuidaban. No solo fue una tragedia para ellos que
estaban sufriendo, sino también para aquellos que observaban y deseaban una
mejor manera para salir de esta vida, temiendo que pudieran también tener que
tolerar lo que atestiguaban.
Por lo tanto, como hemos
visto en el anterior, combinando la práctica de la concentración con la
práctica de la atención plena beneficia nuestro progreso a través del proceso
de madurar. Nos permite enfocarnos como
un rayo laser sobre lo que es importante, observar sin perdernos en la cuestión
que se presenta, y experimentar algo de paz y felicidad mientras vemos la
verdad de la experiencia. Los adultos
mayores que no aprovechan la atención plena, a veces no terminan las etapas de
madurar y mueren horriblemente. Por el
contrario, aquellos quienes se han preparado en madurar sabiamente, usualmente
lo anticipan con una mente mucho más positiva que esas personas que no se han
involucrado con tal práctica meditativa, una que es fácilmente llevada del
cojín o la silla a la vida cotidiana. En
conclusión, si uno necesita la información adicional para considerar más
seriamente lo que está siendo dicho aquí, sugiero que él o ella se vayan a los
lugares donde la gente mayor está sufriendo y contemplen la verdad en sus
circunstancias externas y en el proceso de madurar.
No comments:
Post a Comment